Herencia y Genética
Cualquier característica de un ser vivo que sea susceptible de ser
trasmitida a su descendencia, la denominamos carácter hereditario.El
conjunto de características (no visibles) que un ser vivo hereda de sus
progenitores se denomina genotipo, y aquellas que se hacen visibles en
él se denomina fenotipo; este último viene determinado por el genotipo y
las "condiciones ambientales" en las que el ser se ha
desarrollado.
Forma
de trasmisión de la herencia genética
La
herencia genética es suministrada conjuntamente por los progenitores; es decir,
el genotipo del nuevo ser está constituido por el aporte de ambos.
El
macho aporta la herencia en los cromosomas
del espermatozoide.
La
hembra aporta su herencia en los cromosomas
del óvulo.
La
unión de espermatozoide y óvulo forma la célula huevo y dentro de ésta se
encuentran los cromosomas de ambos; estos cromosomas son los que guardan la
información de los caracteres hereditarios.
Los
cromosomas son unos filamentos en los que se agrupan los genes,
formados por secuencias de ADN
y ARN.
El gen es la unidad básica de material
hereditario, y físicamente está formado por un segmento del ADN del cromosoma.
Un
gen es una unidad de trasmisión hereditaria que determinará, durante el
desarrollo de un ser, la aparición o no de un determinado carácter. Así, pues,
los elementos que determinan las características a heredar por un nuevo ser son
los genes que están ubicados en los cromosomas de la célula huevo.
En
una célula,
los cromosomas se agrupan por pares; en la célula huevo (origen de todas
las que tendrá el nuevo ser), cada par posee un cromosoma de cada uno de los
progenitores.
Los
dos cromosomas que forman cada par son, generalmente, morfológica e
intrínsecamente similares, y los genes situados en ellos en lugares homólogos,
los llamados alelos o genes homólogos, son responsables de una
determinada característica a la hora del desarrollo del nuevo ser.
Cuando
los dos genes que determinan un carácter en sus respectivos cromosomas son
idénticos, diremos que el carácter en cuestión se encuentra en homocigosis,
el ejemplar es homocigoto; es decir, los genes aportados por sus
progenitores son iguales.
Si
por el contrario, ambos genes (para un mismo carácter) son diferentes, diremos
que el ejemplar es heterocigoto, o, lo que es igual, el gen aportado por
uno de los progenitores es diferente al aportado por el otro (insistimos, para
un mismo carácter).
Si
los dos genes que determinarán un carácter son distintos (heterocigoto)
pueden ocurrir tres cosas en el momento de la formación del nuevo ser:
• 1.
Que el carácter resultante lo sea según las directrices determinadas por uno de
los genes.
• 2.
Que el carácter resultante lo sea según las directrices del otro gen.
• 3.
Que el carácter resulte una mezcla o superposición de ambos.
Herencia
dominante y herencia recesiva
Si
prevalece un gen sobre el otro, diremos que el primero es Dominante
sobre el segundo, o que el segundo es recesivo respecto al primero.
Diremos también que el ejemplar es portador del carácter
recesivo, pues lo posee aunque no lo manifiesta.
En
la simbología genética, que usa letras para definir un carácter, las
propiedades dominantes se escriben en mayúscula y las recesivas en minúscula.
El
carácter dominante es siempre visible y oculta al recesivo.
El
carácter recesivo puede permanecer latente durante generaciones y manifestarse
cuando se den las condiciones de combinación adecuadas.
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